viernes, 19 de marzo de 2010

3 Las indiferencias disfrazadas de válvulas de escape (03/03/07)


Escuchando un programa de radio en sábado por la mañana, me enteraba de como algunas personas, por causa de la intelerancia cultural y social de algunos que tiene una cuota de poder en el bolsillo, están atravesando hasta el día de hoy un sufrimiento injustificado. Un ciudadano boliviano residente en Bs. As. estaba haciendo una huelga de hambre en prisión. La razón de su encarcelamiento "preventivo" se debía a que la policía, por orden de un juez lo detuvo junto a su esposa por mascar coca. Para los que no sepan les aclaro que tanto para los bolivianos, como para los del norte de la argentina, masticar coca es una práctica tan antigua y tan arraigada como lo es tomar mate, y de por si totalmente inocua. Es mas, es un buen digestivo. Pero resulta que por causa de los prejuicios culturales, y la embriaguez de poder, sumada a la hipocresía, hacen que den como resultado estas situaciones injustificables. Volviendo al ciudadano, este se encuentra actualmente en estado grave por la huelga de hambre, de la cual nadie se hizo eco, mucho menos los medios de comunicación, y para otros que lo ven, pasa como si no se tratara de nada. Ahora bien, la cuestión es, ¿por qué tanta indiferencia a las injusticias cotidianas? ¿por qué de pronto nos hemos vuelto tan permisivos? en especial los jóvenes. Como será que en este país y con esta sociedad, estamos tan sumidos en la estupidez, que nos resulta mas relevante y "serio" lo que pasa en un programa de televisión, que paradójicamente se dice "realithy show" pero es totalmente ficticio y superficial. Y de pronto nos hace perder de foco las cosas de la realidad que hacen falta cambiar. ¿Que´pasa locooo? Tenemos un mundo que se nos viene encima, pero nos quedamos mirando como viene el derrumbe encima sin ni siquiera musitar algo. Algunos se justifican que con eso tienen su cable a tierra ante tantas presiones. Pero cuantas veces el cable se convierte en cordón umbilical. NO podemos darnos el lujo de perder nuestra capacidad de pensar y actuar de manera independiente y mas aun, de crecer y madurar. Mientras tanto, alguien se muere de hambre, con la intención de que algunos se den cuenta que hace falta justicia.

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